domingo, 23 de agosto de 2009

EL DESPRECIO QUE DIJISTE

De tus labios, hasta el desprecio que dijiste,
¡es canto!
Sonó la orquesta: un violín lanzando
sus notas en ecos de culpa;
unas trompetas susurrando penas ajenas;
y el maestro lloraba lágrimas de Dios
¡lágrimas de Dios!

De tus ojos, hasta la mirada de desprecio que hiciste,
¡es caricia!
Siguió sonando la orquesta: un arpa expulsando de su alma dos frases:
¡discúlpame! ¡quiero estar sola!
y de tu alma, señorita pura,
hasta las lágrimas amargas son dulces.
¡son tan dulces!

TU VOZ

Iluminada, bella y temerosa me enamoras,
¡me enamoras hasta dolerme!
Tu brisa infinita, infinito tu aroma
tus ojos hasta el fin del mundo.
Tu voz coqueta, suave como risas de niños,
tu voz acaricia mi alma
como las olas a la arena.
Tu voz desarma mi firmeza,
¡quebranta mi pupila!

Siento a dos mariposas danzar en amor
mueven sus alas y al hacerlo
se escuchan en el aire secretos en susurros
secretos eternos de un sentir.
¡Ah! es tu voz,
tu voz infinita.

Tu voz es suspiro de pureza que llega a mi alma,
¿Y el resto del mundo?
es algo pequeño e insignificante,
pero tu voz es virgen como las ganas de ser hombre
y mi valentía ante ella se hace un eterno cobarde
¡ah, tu voz infinita!

sábado, 15 de agosto de 2009

¡Yo te quiero! ¿y tú?

Yo... ¡te quiero!... ¿y tú?
y tú callas, y tu silencio, y tu duda... ¡duele!
¿Y si algún día intentas decirme que me quieres y el valor vuela de ti como paloma libre por la oportunidad perdida?... ¡Ya no podrás!
¿Y si algún día intentas decirme que me quieres y huyen de ti las palabras porque tu lengua no puede soportar tanto peso?... ¡Ya no podrás!
¿Y si algún día intentas decirme que me quieres con la mirada y por causa del destino fatal te quedas ciega?... ¡Ya no podrás!
¿Y si algún día intentas decirme que me quieres con un beso y se desgarran tus labios por el largo tiempo de espera?... ¡Ya no podrás!
¿Y si algún día intentas decirme que me quieres escribiendo un dulce verso y te cortan las manos por el peso de la culpa?... ¡Ya no podrás!
Y si algún día intentas decirme que me quieres, y óyelo bien, QUE ME QUIERES... no lo hagas!
sólo sujeta mi oreja y júntala a tu pecho,
que yo oiré con mi alma, la canción de tu corazón:
¡Yo también te quiero!...